Let´s fly Together
El único regalo que Transavia pidió para esa Navidad fue emocionar a sus clientes. Y en cuanto recibimos “su carta”, recuperé mi traje color verde, el original desde tiempos inmemoriales y nos pusimos manos a la obra.
Lo primero fue una invitación interactiva que envié a los asistentes, agencias de viajes nacionales y donde sólo indicaríamos día, hora y lugar. Lo demás era cosa mía. Y a partir de ahí, sucedería todo.
Una maleta gigante convertida en pantalla de proyección acogió un espectacular mapping con mensajes de agradecimiento de la compañía a sus clientes. Y como era propio de esas fechas, teníamos que cocinar algo. Creamos ¡la tapa francesa y la holandesa!
Y por supuesto, nadie podía irse sin un regalo. ¡Premios y vuelos por el mundo!
Todos volvieron a sus agencias pero algunos días más tarde, volví a viajar hasta los distintos sitios en los que había estado para dejarles algo que jamás olvidarían. NUNCA DEJÉIS DE VOLAR.
Firmado: Papá Noel.